La Inteligencia Emocional en los Niños
Ayudar a los niños a desarrollar la inteligencia emocional los impulsará a tener una vida adulta plena, ya que aprenden a manejar las emociones de manera eficiente, y se reduce la posibilidad de acciones impulsivas o adicciones.
Desarrollar La Inteligencia Emocional en los Niños favorece el conocimiento de las emociones, ayudando a expresarlas de manera efectiva y así, encontrar soluciones.
Entre las diversas ventajas de que un niño desarrolle inteligencia emocional se destacan:
- Capacidad para identificar sus emociones y describirlas.
- Empatía con otros niños.
- Comunicación asertiva con otros.
- Ayuda en la toma de decisiones precipitadas.
- Desarrollo de herramientas para la solución de conflictos.
- Facilita los procesos de comunicación con otros.
- Fomenta la resiliencia.
Y es que los niños se enfrentan a retos todo el tiempo, ya que están en constante aprendizaje y la inteligencia emocional ayuda a que los niños enfrenten los retos de la vida de manera positiva, ayudando a reducir o evitar el sentimiento de frustración.
5 consejos para enseñarles a lo más pequeños a identificar sus emociones y gestionarlas:
1. Ser conscientes de las emociones de los hijos:
Los padres deben ser conscientes de sus propias emociones y conocer sus reacciones ante diversas situaciones siendo empáticos antes sus reacciones.
2. Responder adecuadamente ante las emociones de los hijos:
Las emociones de los niños deben ser tomadas como una oportunidad para conectar y enseñar.
3. Observar escuchar y dar validez a los sentimientos de los hijos:
Cuando los niños aprenden a expresar sus emociones en un ambiente que no los juzgan, logran desarrollar sus emociones mejor. Es necesario que los padres sean atentos al momento que hablen con sus hijos, mostrando interés en sus emociones, escuchándolos y comprendiendo lo que sienten.
4. Ayudarles a identificar las emociones y enseñarles los nombres propios de cada una:
Es importante que los padres tomen esta oportunidad para ayudarles a comprender porque están sintiendo esas emociones y sobre todo ponerle un nombre a lo que sienten para que puedan identificarlos en el futuro.
5. Enseñarles a resolver problemas con acciones apropiadas:
Deben de saber que existen diferentes formas de expresar las emociones y que ninguna es mejor que la otra pues deben ser aceptadas siempre y cuando no influyan en conductas o comportamientos indebidos por no saber manejarlos.
Al final, con el acompañamiento adecuado de la familia y la escuela, se facilita el desarrollo de las competencias necesarias para que el niño logre identificar sus emociones y durante su crecimiento vaya adquiriendo destrezas y aptitudes que le permitan manejarlas, pues aprenden dos competencias primarias como lo son:
La conciencia emocional y la regulación de las emociones.
Para desarrollar estas competencias los adultos que estén alrededor de los niños, deben reflexionar acerca de el uso de herramientas como: Ejercicios de relajación, conversaciones grupales en familia, juegos, música, pintura, uso de recursos como libros o cursos que les permitan expresarse.
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